Personalmente hacia meses que no cogía la bici pero no podía faltar a esta cita y en mi pueblo. Ya en verano había hecho parte del recorrido con Amador Guerra y Sergio Cano con algún susto de alguna vaca que otra.
A las 8 de la fresca mañana fui a recoger mi dorsal, allí coincidiría con muchos ciclistas de Peñaflor como Eusebio y padre... Tras recoger el dorsal y saludar a Raul Lopez el cual había venio para la prueba, fui a mi casa a recoger mi bici y a prepararme para la cita.
En la plaza salude a los del club ciclista Navas, fuimos 8 ó mas los que participamos en esta prueba.
Puntualmente a las 9:30 se dio la salida por las calles del pueblo hasta el carril del convento para afrontar la primera cuesta para que se nos quitara el frio...
Así ya empecé a sudar como un pollo, después el recorrido seguía hace el Alta por el carril de La Loma, el cual dejariamos mas adelante para adentrarnos en La Viñuela y sus cuestas, sobre todo las del Pingano, vaya cuestón, iba bien sin forzar pero todavía quedaba mucho, después se bajaba hasta conectar con la vereda de Alanis donde estaba el avitualliento pero no me paré porque iba bien, después ya hacia San Nicolás, comenzó los charcos, el barro, la mierda cochino.... Llegados al pueblo subimos hasta conectar con la vía verde camino del Cerro del Hierro, el ritmo en dicha vía (a más de 30 km/h) fue el que me mató, ahi empecé a quedarme, creía que el avituallamiento estaba en el Cerro del Hierro pero no fue así y entonces fue cuando decidí tomarmelo con más calma, empezaron a adelantarme ciclista pero yo seguía, cruzamos perpendicularmente la carretera de San Nicolas, ahi si que llevaba hambre pájara??? enlazamos otra vez con la Vereda de Alanís donde estaba el avituallamiento, en esta ocasión si me paré y me jarte de comer sobre todo de unas barritas con chocolate blanco por debajo buenisisisimas, tras un tiempo allí retomé al mismo que tiempo que llegaba Amador Guerra con problemas mecánicos, seguimos por la Vereda de Alaní hasta la carretera para bajar al puente de la Viñuela y subir hacia Los Labradillos, esa cuesta tambien me costó mucho trabajo, despues como novedad se entraba en un olivar con una bajada bastante técnica para despues volver a subir por los Militares para asomar por lo de Pinocho ya cerca del cementerio y para el pueblo.
Que dolor de piernas y de culo y que largo se me hizo el final por el olivar, a pesar de ser local nunca había ido por ahí. Al final 3 horas y 16 minutos en los casi 70 kms de duro recorrido.
Por último comida en la plaza, donde hubo sorteos, camiseta... La gente muy contenta con el recorrido y el servicio allí prestado por nugesport y eso es lo más importante. El año que viene repetiremos...
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