Con un frío considerable y un aire desagradable sobre las 10 y media salí del polígono industrial de Alanís.
Ya en el primer kilómetro se me pasó el frío, en los primeros kilómetros me dolía todo, estaba deseando que pasaran varios kilómetros porque parecía que no había ni calentao. Los primeros 5 ó 6 kilómetros me salieron hasta rápidos todos por debajo de 4:10, se notaban que el recorrido también acompañaba pero así no podía seguir tenía que ir guardando que quedaba mucho entrenamiento. A San Nicolás, sobre el kilómetro 7 llegué en poco más de 29 minutos, a partir de ahí los kilómetros fueron más lentos (sobre 4:30), hasta llegar al cruce para Las Navas se me hizo hasta pesao, es la parte más fea del recorrido, al paso por la vía verde cogí mi gel y mi agua previamente preparado y me lo tomé y seguí con mi carrera hasta los llanos de San Nicolás, allí ya llevaba una hora corriendo, llevaba 13´5 kms, con pequeñas molestias y algo cargao en los tendones de aquiles pero bien.
Igual que cuando voy en bici el llegar a la vereda de Alanís era psicológico porque a pesar que desde allí hasta el pueblo hay 12 kilómetros parece como si ya hubiese llegado, al llegar allí me tomé mi segundo y último gel y mi agua y cuesta abajo, ahí también me salieron algunos kilómetros rapidillos pero quedaba lo peor la cuesta de la viñuela, esos fueron lógicamente los 2 mas lentos (5:18 y 4:48), ahí me dieron las dos horas corriendo ya quedaba lo más fácil casi 7 kilómetros pero cuesta abajo, excepto un par de ellos los demás sobre 4 min/km por lo que terminé hasta con fuerzas.
Al final al entrar en Las Navas y pitar el kilómetro 30 mi garmin me marcó 2 horas 11 minutos y 11 segundos, es decir a 4:22 min/km, a 168 pulsaciones de media. Buen entrenamiento de cara a la maratón sobre todo psicológico.
Despues una buena ducha y los pies en agua fría para recuperar.
Ya a la tarde quedé con mi amiga Jenny para verla, estar un ratito con ella y como nó para un merecida merienda...
